ALICIA

1
la fantasía
es un género
que viste
los ojos
de la diversión
entretiene
al vidente
ciego
en la telaraña
hasta los títulos
del final


2
ella se prepara
y no sabe para que
espera
sabiendo a quienes
no conociendo
su rostro
oscuro
de encierro
ella se va
aunque no quiere
y se desvanece
en las caras
de los que llegan
de ninguna parte


3
los corazones
reinan al atardecer
retinas de hielo
pedazos de nada
que tejen un sol
con paciencia asesina
gotas rojas
de rocío crepuscular
en la trama
que atrapa
al vidente ciego
que cree vivir
una vida
que no tiene


4
abandonado
el espectador
paga tributo
a su soledad nocturna
se masturba
frente a la desnudez
de la muerte
soñando
cuerpos
pulidos y huecos


5
es así como la calma
se pierde
pregunta el aire
que exhala
una palabra
perdida en el ruido
del silencio
Alicia sopla al oído
una canción
que se divide en dos
cruzando las aguas
que ignoran
el destino de su piel
ya invisible
y sin vida


6
las luces desmoronan
la imaginación rectangular
sordos ruidos
recuerdan
las cadenas intactas
que sumerjen
a los ciegos
felices
en la pecera
de su sagrado cautiverio


7
el fín
ya pasó
ahora
el suspenso
nos apunta
con su arma
tal vez
las balas
salvan

1º GRADO

El vaso tenía aun Fernet de la noche. Rancio a esa altura del olvido, buscaba una caritativa mano que lo llevara a un lugar propio, que se identifique con el destino último de ese resto de alcohol vencido, derrotado. La mano de Yaz levantó el vaso hasta su ojo izquierdo, miro a través de el sin darle el destino prefijado para este miembro de la cofradía de la sagrada orden de la cocina. Lo tomó. Su ojo bebió de el o a través de el. Sonaba la voz de Luca. Las formas cadenciosas de las franjas impresas en el vidrio, todas inclinándose al llegar a la base, lo llevaron al interior de la visión a lo profundo que el lente vé antes que la foto se dispare y congele el tiempo en una impresión de luz y oscuridad. El vaso te perdió en recuerdos llenos de fotos que impresionaron en todo su cuerpo. En la mesada de la cocina lo esperaba un ejército después de la batalla, Yaz abrió las canillas de la memoria y el agua derramaba en las bachas llenas de platos.

Primer día de clase con el agua que aun no salía de la ducha, sintiéndolo allí a ese recio dictador ciclotímico que era mi viejo. Primer grado, se decía, yo era un pendejo de cinco años y medio que por esas gracias de la disciplina educativa de casi todas las escuelas (todas menos dos o tres), si naciste antes de junio inclusive entras con 5 y medio a primer grado con lo que implica eso en las etapas evolutivas del niño.Sumado a mi padre ahí paradote, como un muñeco parlanchín y estalinista, estaba hasta las pelotas. Encima yo era (soy?), medio sensible, es decir colgado y lento, con presupuestos elementales para la supervivencia en ámbitos sociales. Con sus ojos de fuego y sus lagañas de poco madrugador, miró fijo cuando demostré mi ineptitud para abrir una canilla. Foto. Foto. (¿o Jopo?).En mi película y en mi piel quedo ese poco amoroso golpe que recibí en la nuca por tan solo no saber algo que no sabía. Bueno vaso, llegó la hora, concluyó Yaz.“I'm still breaking glasses in other people's rooms”.

Las aguas de la mente se derramaban en el hueco sagrado, mezclada con Ayudín 8 semanas. Recuerdos de su vida de pequeño, crianza modalidad padres separados entre si y a veces del mundo. En casa de papá todo partía de la mierda, pero de ella crecían flores, decía... Jodido el viejo, porque para enseñar primero tiraba la mierda y mientras salía corriendo a comprar flores (delivery), yo me tenia que limpiar la mierda solito, ahí parado, mirando como el señor de la florecería o pizzería , traía mi consuelo y el de los otros , socios del complot familiar o sea mis hermanos.

De recuerdo en recuerdo, derramaba el agua bendita hoy en territorios sometido por la guerra o la sequía. La conciencia se apoderó de ese vago yo que se desarmaba y armaba a discreción. No así el vaso que resbalo de las manos de pez hacia el vacío ahora lleno de cristales. Me cago en la ostia, dijo irreverente y palpando la lengua y el paladar se dió cuenta de que no había tomado agua desde que se levanto a eso de las 11. Ya era la 1:45. Mientras derramaba litros y litros de ese preciado liquido para el o para su cuerpo exiliado de la conciencia, la sed lo llamaba desde su abismo muchas veces inconsulto. Una persona de medio oriente se tomaría todas las gotas que hay en la piletita, aunque hay algunos en esa zona que tienen dólares para comprar y derramar toda el agua que quieran. Agua, Petróleo, Sangre . "And if I had a mauser I'd shoot everyone I meet"

Al volver a su habitación para buscar ropa limpia, darse una rápida ducha, inevitable volvió su papá a tomar la posta de la carrera de sus pensamientos. A Jaz le daba la impresión de que el viejo tenia que poner en palabras los modos de funcionamiento de su aparato psíquico de manera que el que lo escuchara sabría como accionar por si se desconectaba del mundo, algo muy frecuente. Era como si tuvieras el manual de operaciones de Jonás Gol, entonces cuando entrara en tilt se sabía que hacer con los despojos vivos de aquel ser irresponsable de a ratos, ergo irresponsable al fin. No es nada nuevo, solo que mi viejo hacia explícito su teleconferencia introspectiva, como si su yo fuera todo, absolutamente todo. La demás gente tiene manuales sociales incorporados desde la esuela, los padres y todo lo demás que mete información esencial para la vida en tribu. Los jefes se en cargan muy bien o no de hacer explicíto el caminito a seguir por nosotros incluido su viejo. Aunque él se cagara conciente o inconcientemente en el sentido común con resultados por ahí sorprendentes y acertados.

Lo que era Yaz se lo debía un poco a su progenitor. Ese golpe de marzo, en la ducha al inicio de su primer grado le quedó marcado en sus afectos complicados. Quizá el amor, para él, ahora fuese un poco asi. "What a beautiful time, What a lovely time, What a beautiful time; What a lonely time"

NO CHANGE

1.SOLO LUNES A VIERNES DE 8 A 13

El público coreaba… la calle gritaba con fervor… las hinchadas de toda especie elevaban cánticos desde las tribunas. Las 9 musas discográficas repetían una y otra vez las célebres palabras de Juan Pérez:
-¡No cambiés nunca, Roberto!
Roberto hizo cuanto pudo para lograrlo. Y se quedó estático. Varios músicos populares argentinos fueron fulminados por una muerte rápida, mientras interpretaban una celebre canción de los años '80.


2.TERROR AL CAMBIO

Un hombre fue al kiosco con un billete grande para comprar un atado de cigarrillos. El dueño del microemprendimiento lo miró con una cara horrible, pero se los entregó mientras le decía:
- Espere, ya le doy su vuelto - No alcanzó a decir la última palabra que ya el hombre de los cigarrillos emprendió una rápida huida gritando desaforadamente:
-¡Noooo, no quiero, no quiero, nooooo, noooo…!


3.SU TILT

¡Cambio, cambio…!- Y yo lo miré detenidamente. Con semejante amenaza, daba para hacerlo. Pero nada pasó. El tipo que estaba en la puerta de los bancos y agencias, siguió físicamente igual. Un fiasco. Estoy harto de que todo sea tan sutil.

4. QUE CAM VIÓ

ESte texTo fuÉ publiCado en 2008 y pOr si No sE diÓ cUenta el 4 eS en liNk quE lo lLeva pAra alLá