domingo, 28 de agosto de 2011

ARRUINADO

el pibe estaba un poco descolocado. o mas bien muy colocado. hablaba muchos idiomas a la vez. pero él no parecía dispuesto a callarse. calculé que por la gestualidad, aparte de borracho, estaba mas duro que una pared. nada extraño de noche. fauna diversa toda en pleno con algo. lo que sea: alcohol,trip, E, porro y por supuesto la famosa merca, que era lo que tomaba este sujeto, según mi ojo clínico que lo veía ir al baño cada 20 minutos. mi intención era antropológica. le invité un trago y lo deje hablar. como podía iba metiendo alguna pregunta, que por supuesto era contestada entre dadaista y surrealista. se iba de madre constantemente, pero a mí no me preocupaba. yo necesitaba letra para escribir. mi vida es lo bastante tranquila como para dormir cualquier inspiración.

en un momento, no puedo precisar si fue antes o después de hacerse un saque, empezó a hablar en dialecto argentino cordobés aun surrealista, inconexo, viceral, automático, pero entendible. en unos minutos ya sonaba a burroughs del almuerzo desnudo. al libro, no a la película de cronenberg. un poco más narrativo, pero imparable. contenido oscuro y psicodélico. trillado hasta ahora. la misma temática loser de siempre. este sacado insistía con la sanata de los 50, 60, 70. demasiado thimothy leary. demasiado charles manson, mucho bukowsky. un limón ya no me da jugo.

le fue pegando el alcohol, y se relajó, entonces apareció el profeta apocalíptico: capa de ozono, capitalismo salvaje, cometa del 2012 y la lista es innumerable. cuando se iba poniendo más místico y tétrico, apareció el guerrillero, listo para la lucha armada, con fórmulas sacadas de los 7 locos y de los lanzallamasa, de arlt. un revolucionario sin piedad que inauguraría una era de paz y prosperidad para todos. para todos a los que sobrevivieran a su plan. mas que un che guevara, parecía stalin puro, con unos toques de hitler y sai baba.

en ese punto mi aburrimiento creció exponencialmente. le dije que iba al baño y me fui para no volver nunca más. un combatiente que huye, además de cobarde, sirve para otra revolución.


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