El asco es una sensación supongo humana y por extensión mamífera, quizás un poco mas simple y no por por ello menos compleja. Una reacción que nos preserva de tragar un veneno. Ante la sola presencia de un agente externo que pudiera perjudicarnos, la lengua, en su porción final cercana a la caída hacia la faringe, percibe y envía la señal al cerebro para provocar el vómito.
Este fenómeno es inicialmente físico. Con el paso del tiempo histórico y social, experimenta un desplazamiento hacia territorios simbólicos. Desde los mas básicos que son las emociones, hasta los dispositivos culturales creados que sintetizan, complejizan y amplifican el asco frente a diversas posibilidades lejanas a las toxinas concretamente mortales.
La poética del suceso
la entonación del declive
el estorbo
de la cultura humana
como impedimento
para sentir
la profundidad
de los abismos
es
ante todo
el profundo asco
que motiva
este
digamos regreso
aunque nada puede retornar
ya que nada es permanente
salvo
la mutación