Egolatría a partir del Caos

Como ya todo el mundo sabe, Caos era la madre de Nix y Érebo... bueno Noche y Oscuridad para los amigos. El albañil que trabaja en casa, me aseguró que tenia mas hijos. Yo le dije que sí, que era normal para los de su especie. Él con una mirada de piedad, altura metro ochenta, aseguro que no se refería a si mismo, ya que era gay y estaba hablando de la Teogonía de Hesíodo. ¿Teo qué?. No lo dudó: me paso la factura por las reparaciones, me regaló un free pass para Zen y se fue a estudiar La Teoría de la Relatividad con un grupo de plomeros y electricistas amigos.
Ahora, estoy leyendo filosofía Zen, el Tao y El Arte de la Guerra, para que cuando lo llame de nuevo a mi albañil, no me encuentre desprevenido. Así le puedo refregar en la cara, que él es menos que yo, porque por algo le pago.

Realidad...

Imago

no temás a la máscara
transitás con ella
a todas partes
luego
te la cambiás
en el momento oportuno
y seguís
en alguna
de las escenografías
en las que estás

no tengas miedo
de la escena
de la secuencia
o del film
es que el teatro
fue avasallado
por la luz
y la velocidad
igual
las máscaras
son los personajes


mujer
hombre
neonazi
plomero
transexual
borracho
escritor
se puede ser todo eso
se puede ser mucho más

la biblia
un reglamento
una teoría
tu disco elegido
cual es tu guión

no le temas
a la máscara

suena

en off

un relator

Minotauros y Flores

sin hilo
no hubieras llegado
aunque
ya no esté
en mi laberinto

no te espero
ya estas
aquí
flor
estacion
encuentro
y transito

matemos a teseo
los heroes
engordan
la estupidez

Caida de Tension... Resistencia..

Solo una voz en un teléfono
o una frase en una pantalla de silicio
que no están
deshacen momentáneamente
(para siempre)
el regreso.
esta lampara de 25 Watt
ha dejado de iluminar
la habitación oscura

Nunca me gusto
la falta de transparencia
o de simpleza
propia o ajena
por eso de que lo opaco
no deja pasar la luz

Prometeo
soberano idiota
quedo expuesto a la rapiña
de si mismo
en la ausencia de luz.

En fin
adiós
y gracias por el fuego.

Dedicado a los ridículos compañeros de EPEC... que ya de compañeros y revolucionarios no tiene un carajo. Credulidad...

Intensidad: Parte II

Tu cuerpo desnudo y dormido a mi lado se desfiguró en imágenes oníricas. Ya estábamos vestidos en ese mismo departamento, parados alrededor de la mesa de el living. Había cinco personas en total contándonos a nosotros: una gran amiga tuya, un hombre joven pero de imagen muy difusa y tu madre . La escena giraba en torno a esta mujer, que desbordaba de desconfianza hacia mi. Cuestionando mi presencia en el departamento de su hija. De un momento a otro salimos hacia la calle, era la misma en la que estaba el edificio, hasta que desaparecieron los autos y estábamos en una gran galería con columnas y arcadas a los costados. Me pareció arquitectura colonial y daba toda la impresión de ser un lugar religioso. Un convento o una capilla. Allí, tu progenitora recelosa, se expreso acerca de los motivos de su desconfianza hacia mi. vos consumís cocaína los fines de semana, me dijo. yo le asegure que no era como pensaba que me hacia mucho daño al juzgarme impropio para estar, aunque fuera solo eso, en donde vivía su hija. Y que no quería dejar de ir allí ni mucho menos evitar el contacto. Algo me despertó. estaba ahí y vos también. No recordé bien su cara pero a grandes rasgos tu mama del sueño era de cutis blanco y cabello oscuro y largo hasta los hombros, algo ondulado.
Amanecer de un lunes gris en una ciudad que intentó borrarme los sueños mientras caminaba en el frío de sus calles céntricas. Con vos, claro. Pero vos ya eras otra. Ni la del sueño, ni la del bar, ni la del departamento. Demasiado intenso, me dije y nos saludamos en la peatonal. Despues levante la mano y pedí un taxi. Material Girl de Madonna hasta Bv. Perón y Heart of Glass de Blondie desde el puente Olmos hasta mi casa, fueron la banda de sonido del retorno. Demasiado intenso, demasiado extraño.

Intensidad: Parte I

El frío mueve nuestros cuerpos. Intentaron permanecer frente al viento de agosto, en una mesa de bar con una conversación versátil, teñida, indistintamente a que cuerpo pertenezca, de una intención mas hormonal que la palabra. Del X a una diagonal que se transformo en recta. Unas cuadras después, ya estábamos guarecidos del clima y expuestos a nuestras presencias físicas. Solos en un espacio limitado por paredes.
Una elipsis temporal de charlas prolongadas nos acerca mas a una escena sin demasiadas mediaciones. Me voy a dormir, dijiste y algunos gestos mas que no tiene palabras, salvo el beso que me diste, dieron inicio a lo visceral que tiene el deseo.
Otra elipsis que podría articularse en dos movimientos de diferentes cadencias, nos aproxima al abrazo final y un dormir a destiempo. La belleza del contacto pronto desapareció de la conciencia para mi y comenzó el sueño a dibujarse...

Rostros en la Oscuridad...

Existen innumerables frase recurrentes para explicar algo, lo que sea.Una de ellas, es esto me pasó a mi. La cual, excluye a todos los demás que no sean vos... por ese mismo motivo, nada de lo que fuera contexto del foco principal puede acceder a la explicación de lo que a partir de ahora se relata en primera persona. Ese es el primer límite: el yo relator al cual le suceden las cosas a ser relatadas en la crónica siguiente.
Estaba parado ahí, en una calle, ponele que era de una ciudad como Buenos Aires. Agregale que estaba en lo que que le llaman el microcentro. Si, asi, un mediterráneo parado en San Martín y Corrientes, esperando el "permiso" o "disculpá" cuando un transeúnte intentaba trasponer sus limites en relación a mi cuerpo. Un absoluto imposible, porque lo primero que tendrá que suceder sería que tal me viera. eso no es posible, ya que nadie ve al que tiene al lado. ¿ Miedo? ¿costumbre? ¿velocidad? no se, pero no hay quién te dirija una mirada directa y consciente mientras no seas él... acostumbrado a las cordobesas convenciones, en el caso mio soy hombre, nadie intenta mirar mojándanse los labios como hacen acá en Córdoba, estadísticamente, cuando miras de frente. entonces la seducción cobra otra dimensión que no aparece tan fácil de reconocer para un nativo de Córdoba. si, seguro que miran ( con temor a ser violadas, robadas, embaucadas etc), con otra mentalidad: la porteña media que transita por el microcentro no espera ser madre o esposa como objetivos... se ve asi misma como un ser autónomo de esas tan claras convenciones... por lo tanto seria una buena pregunta: ¿ cómo miran o cuanto miran al sexo que puede darles tanto paternidad como matrimonio?
Sigo caminado por Corrientes tratando de entender eso. las únicas féminas que miran no son de ahí... raro... todo cambia cuando nos vamos mas allá de la cuadra que nos hace ser lo que somos.
Ahora estoy acá... sólo... entonces las certezas son solo palabras que construyen realidades en torno de un conjunto de significados. Por eso cuando llegué, en vez de dormir, elegí irme a un after de las 8 de la mañana para comprobar donde estoy... lo que logré es saber que la anestesia nos hace bien a todos... sin excepción de género o ciudad.